No son palabras de ninguna feminista, artista, política, empresaria relevante o figura de la moda. Sin embargo, la persona que las dijo, tenía bien claro, siempre lo tuvo y así lo defendió, el verdadero valor de la mujer.
"Te doy gracias, mujer-trabajadora, dentro y fuera del hogar ,que participas en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, artística y política, mediante la indispensable aportación que das a la elaboración de una cultura capaz de conciliar razón y sentimiento, a una concepción de la vida siempre abierta al sentido del « misterio », a la edificación de estructuras económicas y políticas más ricas de humanidad".
Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas ”. (Juan Pablo II El Grande)