Ordem e Progresso

Uno de los más sabios y prácticos consejos que he recibido de uno de mis jefes fue lo que reza la bandera de Brasil: “Orden y Progreso”. Esa es la clave para avanzar, para capear con éxito en cualquier aspecto ya sea personal o profesional.

El día a día nos puede y son mil detalles que tenemos que gestionar. Lo más importante es saber gestionar bien el tiempo, para que cunda el doble. Y si tenemos la cabeza y la agenda bien ordenada, todo va saliendo.

Es importante perder un ratito de cada día, para poner por escrito las cosas pendientes. Una buena agenda ayuda muchísimo. Podemos dedicar unos minutos el domingo por la noche para apuntar todo lo que tenemos pendiente, y poner la hora y el día para hacerlo. Si hacemos la compra un día, prever qué plan tenemos el fin de semana y apuntar lo necesario para comprar para aprovechar, por ejemplo, el momento de la compra semanal y no tener que ir dos veces al super. Y así con todo. Si prevemos los cumples que tienen los niños durante los próximos días, comprar los detalles de varios en el mismo momento, y te ahorras ir tres veces. Si tienes varios pagos pendientes que hacer, ve apuntándolos y cuando vas al banco rematas 5 gestiones en una, por poner un caso. O ir apuntando los restaurantes o sitios de ocio que vamos oyendo para ir haciendo un directorio casero...

Lo mismo, por poner ejemplos, con la ropa. Nos lleva mucho tiempo el cambio de armarios, el probar si les viene esto o aquello, si hacemos esta operación con papel en mano vamos apuntando : comprar “leotardos rojos t.6, calcetines marrones t.8, cinturón, etc.” Y cuando pasemos por una mercería sacas la lista y vas tachando.

Lo mismo en el trabajo. Cuánto tiempo se ahorra “perdiendo” cinco minutos al llegar y al acabar en hacer una lista de prioridades y pendientes. Empezar y acabar un trabajo, con atención y orden, probablemente signifique terminar un trabajo bien hecho, y las posibilidades de tener que repetirlo o meter la pata se minimizan. Así que , la máxima de “distinguir lo importante de lo urgente” es más práctica de lo que parece. Y así, el orden, la serenidad (dentro del caos inevitable), hace que vayamos distinguiendo lo importante y que las cosas vayan saliendo.